El ECG registra la actividad eléctrica del corazón. Es un estudio que, a pesar de haber sido inventado desde 1902 por el doctor Willeim Einthoven, no ha perdido su utilidad y, por el contrario, sigue siendo una piedra angular en la valoración de los problemas cardíacos.
Sus usos son variados e incluyen:
– Determinación del ritmo cardíaco. Qué tipo de ritmo, su frecuencia (qué tan rápido o lento está palpitando el corazón) y si el corazón en sus diferentes estructuras se activa normalmente desde el punto de vista eléctrico.
– Es una manera de valorar el tamaño y posición de las cámaras del corazón.
– Los efectos de fármacos o dispositivos utilizados para controlar el corazón (por ejemplo, un marcapasos).
– Es el estudio más útil en la evaluación inicial del paciente con dolor en el pecho en el área de urgencias.
– Se usa como un complemento en la estimación del riesgo previo a una cirugía.