Una fractura es la falla del hueso para soportar las cargas impuestas al mismo, lo que puede resultar de actividades recreativas, deportivas o accidentes.
La fractura puede asociarse a; pérdida de un segmento de hueso, defectos de rotación y/o alineación, atrapamiento de estructuras nerviosas (encargadas de dar sensibilidad e impulsos eléctricos para generar movimiento entre otras cosas), lesiones cartilaginosas (del cartílago de crecimiento, articular o ambos), hipercrecimiento post consolidación, rigidez articular posterior a la inmovilización, por citar algunas de las condiciones que en conjunto llamamos secuelas de fracturas.
Todas ellas pueden mejorar o resolverse según sea el caso, independientemente del tiempo que haya pasado después de la lesión inicial, mediante técnicas de alargamiento óseo, alineación articular, neurolisis, resección de puente óseo anómalo, entre otras.